El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, homenajea con un emotivo pregón a Nuestra Señora de la Soledad de la Portería, que cumple medio siglo desde su coronación

La Virgen que evita el mal 

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La Virgen de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada cumple medio siglo desde el momento de su coronación, el 19 de marzo de 1964. Por este motivo, Bernardo Álvarez, obispo de la Diócesis Nivariense, llevó a cabo, en la parroquia capitalina de San Francisco de Asís, la lectura de un pregón en el que destacó que "la Virgen María es una gran portera de nuestras vidas, de nuestro corazón, de nuestros sentimientos y de nuestros pensamientos, y nos ayuda a evitar el mal". Además, Álvarez señaló igualmente que "su coronación es un acto del pueblo de Dios".

Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada, Imagen de la Virgen María, cumple 50 años desde su coronación. Para celebrar esta efemérides, el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, leyó ayer un pregón en la iglesia parroquial del Señor San Francisco de Asís, donde se venera a la Imagen desde 1587.

El párroco José Luis Guerra introdujo el acto y el obispo Francisco Cases presentó al pregonero, quien señaló que "la Virgen María es una gran portera de nuestras vidas, de nuestro corazón, de nuestros sentimientos y de nuestros pensamientos, y nos ayuda a evitar el mal; su coronación es un acto del pueblo de Dios".

"Los más importante en torno a esta Virgen", destacó Álvarez, "es lo que la Imagen nos comunica sobre lo que es la Virgen María y lo que ella es para nosotros, así como la fe y devoción de los fieles, que mediante esta Imagen se comunican con la persona viva, que es la propia Virgen María; todo lo demás es accesorio".

Igualmente, el obispo hizo referencia a que "con esto, sobre todo, queremos dar gracias a Dios por los dones recibidos y rememorar el fervor que han tenido los fieles y que llevó a su coronación hace 50 años, lo cual demuestra también el profundo arraigo de esta Imagen".

Tras sus palabras se interpretaron varias piezas musicales y, tras ellas, tuvo lugar la inauguración de la exposición La Coronación de la Virgen en los periódicos de la época, en la que se podrá conocer lo vivido hace 50 años a través de los periódicos que fueron testigos de aquel acontecimiento. La muestra se podrá visitar hasta el próximo día 11 de abril.

Hace medio siglo, por precepto del papa Juan XXIII y tal como expresaba el mismo pontífice en la bula de la coronación, "en atención a la mucha devoción que le profesa la ciudad", la Sagrada Imagen fue coronada canónicamente en el pórtico de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, con exactitud el 19 de marzo de 1964.

Ese mismo día, la Virgen se trasladó desde la parroquia de san Francisco de Asís hasta la Catedral para la celebración del acto, en el que estuvo presente una representación del jefe de Estado. Rafael Vera se encargó de la lectura del documento pontificio, en el que Juan XXIII mandaba ceñir en las sienes de la Santísima Virgen una corona de oro. El atrio del templo fue el escenario en el que, tras la recitación, tuvo lugar la coronación de la Imagen, debido a la masiva concurrencia de fieles que se agolpaban en la Plaza Mayor de Santa Ana y sus alrededores. Después, se le rindieron honores de Capitana General y seguidamente se transportó de nuevo a su santuario mariano. Esta es la única Imagen coronada canónicamente en Canarias con rango pontificio.

Antes, a finales del siglo XVI, la cofradía de la Virgen de la Soledad de la Portería fue fundada por Fray Melchor de Alarcón, prior del convento franciscano. La talla de la Imagen es de autor desconocido, y según varios historiadores fue un regalo de la reina Isabel la Católica para el convento; se trata de la Virgen más venerada de la ciudad y goza de una gran devoción de personas venidas de distintos lugares del Archipiélago.

En el año 1842 el convento fue ocupado por los militares de artillería, y la Virgen de la Soledad pasó de la portería conventual al interior del templo, donde se le sigue tributando culto hoy día. Además, en 1873, la cofradía es renovada canónicamente por segunda vez desde que fuese fundada, en el siglo XVI.

Años después de su coronación canónica, concretamente en 1985, y siguiendo la tradición instaurada en 1857 por la Reina Isabel II de España, la Reina Sofía de Grecia aceptó ser la Camarera Mayor de Nuestra Señora de la Soledad.

Tres años más tarde, la cofradía fue nombrada archicofradía, asumiendo el título otorgado por el Papa Pío IX en agosto de 1857 a la Archicofradía del Santo Entierro, subordinada de la Cofradía de la Virgen, por ser la más antigua de las cofradías marianas de pasión de las Islas. Asimismo, en 2007, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria le concedió la Medalla de Plata de la Ciudad a la archicofradía. Cabe destacar también que, desde su coronación, la Virgen de la Soledad de la Portería es patrona del Cabildo grancanario.